eI fis0 y eI p0sip

La bienvenida *01

Siempre suelo escribir cuando me siento inspirada, es decir, de muy de vez en cuando.

Es como un reflejo innato que tengo que ejecutar en el mismo momento en el que aparece porque si no, la idea deja de existir.

Por eso, cuando comenzé a configurar el blog, no sabía como podía empezar a escribir, puede también porque sea nueva en esto, pero se me ocurrió de todo menos empezar por el principio.Y mira que es fácil empezar por el principio, jajaja bueno pues, empecemos con la BIENVENIDA.

Esto de ocupar un lugar donde alguien puede visitarte cuando quiera me parece genial, y no hablo de redes sociales, que como victima, sé que no tiene un objetivo muy sincero.

Hace ya casi tres semanas desde que le comenté a una amiga, el tema de los blogs, y más concretamente, los bogs para mujeres. Me encantaba la idea de tener mi propia mini redaccion personal. 

Andé buscando "blogs para mujeres" en el mítico google, pero solo aparecían participaciones, pudiendo solamente escribir tus comentarios, pero no dejaba coonfigurar tu espacio para darle sentido a todo aquello que escribías. Aun así lo intente. Escribí una especie de articulo, donde hablaba un poco de ese KitKat del que toda mujer debe darse a lo largo de su vida, crear un espacio para sí misma es muy importante.

El caso, que cuando fuí a compartir mi articulo con mis queridas compañeras del buen camino (mis amigas), no encontraron por ningun lado lo que había escrito, por lo que fiabilidad 0%.

Pasó dias hasta que decidí iniciar una búsqueda más profunda para encontrar lo que buscaba, y blogger creo que es perfecto para que, cuando os sintaís como os sintaís, os paseís por aquí y discutamos de muchos temas que solo a las mujeres no preocupan de alguna manera más que a los hombres.

Yo me situó aquí para compartir con vosotras todo aquello que se encuentra in my kop.....

Me doy la Bienvenida y os invito a este espacio sólo para las que sabemos de verdad lo que nos pasa por la cabeza y para las que no lo saben, también.... : )

                   Las tres gracias de RUBENS